jueves, 19 de abril de 2012

Capítulo 6

Holaa !! antes de nada pediros perdón porque ayer no estuve en casa y no pude subirlo. Mañana ya el gran dia ! por lo que probablemente no pueda subir ningún capítulo, pero aún así lo intentaré.



Sueño que estoy con ella. Con Katniss. En el bosque. Juntos. Disfrutando y riendo, como siempre. Cuando me despierto hago lo que puedo para volver a sumergirme en ese precioso sueño, pero todos los esfuerzos son en vano. Al final me rindo y me levanto. Tengo que ir a clase, pero todavía es muy pronto.
Me levanto despacio y me pongo lo primero que veo en el armario, tampoco hay gran cosa entre la que elegir.

Cuando estoy preparado y he desayunado llamo a mis hermanos, menos a Posy, que es demasiado pequeña todavía.
Aunque mis hermanos entran una media hora más tarde que yo, siempre me ha tocado llevarlos al colegio ya que mi madre, que se encarga de limpiar la ropa de la gente de la Veta y del resto del distrito y no tiene tiempo para llevarlos.
Les llamo, pero no se despiertan. Tras varios intentos sigo sin respuesta, por lo que los cojo, les llevo a la cocina y les siento a cada uno en su respectiva silla. Me parece un poco cruel pero, al no hallar respuesta después de tantos intentos pierdo la paciencia y dejo caer una cacerola al suelo. El sonido hace que salten de sus sitios y se despierten, sobresaltados.

Intento contenerme pero no puedo, una gran carcajada sale desde lo más profundo de mi garganta y me río tanto que me duele la tripa. Mis hermanos me miran, primero extrañados y luego, cuando se han dado cuenta de lo que ha pasado, con cara de pocos amigos.
-Ja, ja. No tiene gracia -dice Rory.
-¿Ah no? Claro, es que no os habéis visto. Desde luego, os asustáis por nada eh -respondo, todavía soltando pequeñas risas de vez en cuando.
-¿No te da vergüenza meterte con unos niños indefensos mucho menores que tú? -dice con una pena fingida, al igual que su expresión.
Arqueo las cejas y le miro fijamente.
-Dejémoslo que ya bastante pena das a lo largo del día- respondo con un toque divertido en la voz.
Mi hermano pone cara de indignación y empieza a desayunar. Durante nuestra breve charla, Vick casi ha terminado.

Tenemos tiempo de sobra pero, si nos entretenemos demasiado, llegaré tarde.
Rory intenta hacer el desayuno lo más largo posible, en venganza por mi golpe bajo. Para vestirse lleva el mismo paso así que finjo que cojo a mi hermano y me voy al colegio. Le esperamos en la puerta, agachados bajo la ventana para que no nos vea. Dentro se escuchan pasos veloces y enseguida sale por la puerta chillando mi nombre, a lo que le respondemos con un susto tan grande que se cae de culo.

Vick y yo empezamos a reír y Rory, al ver el ridículo que ha hecho, se pone de pie rápidamente, pero no se resiste y también se ríe.
El camino hacia el colegio nos lo pasamos hablando y riéndonos todavía de la manera que han tenido de despertarse y del susto que le dimos a Rory. Él también bromea con el tema. Pensaba que estaría más enfadado.
Llego a su edificio y les dejo en la puerta, junto con otros muchos niños que llegan antes por motivos parecidos al mío. Me dirijo a mi edificio, al lado del suyo.

No es muy lujoso, es más, está bastante deteriorado por el paso de los años. Las aulas están divididas por edad. El edificio tiene tres alturas y mi clase está en la más alta. Desde los seis hasta los once años, tus clases están en el edificio en el que estudian mis hermanos, algo mejor conservado que éste, en el cual permaneces desde los doce hasta los dieciocho años. Es mi último curso y ya estamos en la cuenta atrás. Dentro de poco tendré que empezar a trabajar en las minas de carbón, como mi padre y mi abuelo. Aunque mi padre murió ya hace años, todavía no lo he superado del todo, no lo suficiente como para empezar a trabajar en el mismo lugar en el que él murió. Pero otro futuro es prácticamente imposible para mí. La mayoría, por no decir todos, los chicos de la Veta están destinados a trabajar allí. Las excepciones son pocas, entre ellas está el haber ganado los Juegos, trasladándote a la Aldea de los Vencedores y viviendo allí de la buena vida, como Haymitch. Pero desde que ganó él, hace veinticuatro años, no ha habido ningún vencedor en nuestro distrito. Por lo que sé, yo ya nunca optaré a ser el vencedor de los Juegos, ya que hoy ha sido el último año que me enfrentaba a la cosecha, así que mi futuro está en las minas.

Al entrar en clase, la gente que ya ha llegado me mira y me saluda tímidamente y, la que va llegando, me mira con cara de lástima. Me siento demasiado incómodo pero una huida ahora mismo no sería lo más apropiado, además, seguro que todos estarán esperando mi reacción. Como todos los años, después de la cosecha, el profesor recuerda el día y da el típico discurso sobre lo que pasó en los Días Oscuros. Decido quedarme y ver qué pasa.

A los cinco minutos entra el profesor. Es mayor, por no decir bastante viejo ya que le dio clases a mi madre cuando tenía trece años. Lleva la misma ropa de siempre. Formal pero desgastada. En la mano lleva un maletín de piel, algo lujoso para el distrito en el que estamos, pero los años le han pasado factura. Está roto por una de las esquinas y el cierre se le ha partido. No me puedo imaginar cuántos años lleva este hombre con el mismo maletín. La piel es buena, y es difícil que se deteriore tanto como se le ha deteriorado a este señor.
-Buenos días- saluda-.Siéntense por favor.
Llevo sentado en mi pupitre desde que entré por la puerta, inmerso en mis pensamientos. Pero la mayoría de la clase está agrupada alrededor de alguna silla o de pie, junto a la pared, contando últimas noticias o hablando de cosas sin importancia.
Todos regresan a sus respectivos asientos. Mi sitio está a la izquierda, cerca de la pared y algo al fondo de la clase.

Como de costumbre, el profesor al decir esta frase se va, aunque ninguno sabemos dónde. Tarda apenas dos minutos y, cuando entra por la puerta, todos nos ponemos de pie. Es como una forma de respeto hacia su persona, pero lo veo absurdo. Cuando se sienta, todos hacemos lo mismo y empieza el discurso.
-Como todos sabéis, hace dos días fue la cosecha y dos de nuestros ciudadanos de entre doce y dieciocho años fueron elegidos como tributos para los Juegos del Hambre. Me alegra ver que ninguno de los aquí presentes fue elegido y les felicito por haber cumplido con sus siete años de cosecha tal y como debe ser. Los tributos de este año han sido de la misma edad. Sus nombres son Peeta Mellark y Katniss Everdeen- al pronunciar el nombre de Katniss siento la típica punzada que llevo sintiendo desde que se marchó y toda la clase, incluido el profesor, me miran como esperando una respuesta, mi inminente huida.
Yo permanezco impasible, con la mirada al frente. Como otros muchos años imagino que la gente habrá hecho pequeñas apuestas entre ellos ya que, la mayoría de las veces, alguien es muy amigo o familiar del tributo elegido.
Compruebo que mi pensamiento es cierto cuando veo por el rabillo del ojo cómo Seth, un chico bajo y delgado de mi clase, lanza una sonrisa a su compañero de delante, Landors, que le lanza una mirada fulminante y le pone algo en la mano, que no llego a ver. Tampoco me interesa.

-Bueno, les deseamos toda la suerte a nuestros tributos y que gane el mejor. Algunos os preguntaréis cómo empezaron estos Juegos, quiénes fueron nuestros primeros tributos... -no, nadie se lo pregunta, lo sabemos de sobra desde que entramos en este colegio-. Bueno, pues nuestros primeros tributos fueron Melisa Cresta y Liam Everdeen- esto es nuevo, nunca nos habían dicho los nombres de los primeros tributos. Al parecer hace setenta y cuatro años otro Everdeen pisó la arena, quizá por eso lo recuerden hoy-. Que fueron elegidos después de los Días Oscuros para...- desconecto, lo único nuevo que tiene este discurso son los nombres, que quizá ni siquiera sean esos. Estoy cansado de escuchar siempre lo mismo. De verdad me gustaría salir de esta clase, quedarme vagando por los pasillos. Pero no porque no pueda escuchar cosas sobre Katniss, sino porque estoy cansado de la misma historia de todos los años. Por mis oídos ya han pasado veintiséis nombres de tributos, dos por cada año en la escuela. Y podría repetir lo que está diciendo el profesor en estos momentos casi a la perfección.
Miro por la ventana y veo el mismo ambiente de siempre. El aire de las calles impregnado por el hollín procedente de las minas. Algunas mujeres comprando. Un niño que se cae y echa a llorar. Una madre corriendo detrás de su hijo, de unos tres años que corretea hasta el final de la calle persiguiendo a un gato...

La clase termina pero no me doy cuenta.
-Eh, Gale -dice Trevor, un chico de la Veta al que se le podría considerar mi amigo.
-Eh, Trevor -contesto con desgana.
-Mira, Larry y los demás vamos a salir a dar una vuelta pasado mañana hasta el caserón abandonado que hay cerca de la alambrada. ¿Te apuntas?
Aunque la mayor parte de mi vida giraba en torno a Katniss, también tenía amigos aparte de ella, aunque ninguno de ellos superaba la amistad que existía entre nosotros.
Antes, solía irme con ellos al viejo caserón abandonado. Está tan deteriorado que me apostaría lo que fuera a que no aguantaba más de cinco o seis pedradas sin derrumbarse. Pasábamos buenas tardes allí, nos reíamos mucho... No es que hayamos discutido ni nada por el estilo. Es más, me hacen pasar momentos geniales en clase. Pero cuando descubrí lo que sentía por Katniss solo era capaz de pensar en ella aunque estuviese con Trevor y los demás. Así que me fui distanciando de las salidas y poniendo escusas tontas para irme con Katniss en vez de con ellos. Supongo que ahora quieren que vuelva a ser como antes.
-Lo siento, no me apetece mucho- digo sin mirarle a la cara.
-Oh, no pasa nada. Lo entiendo. Otra vez será.
Se marcha y entra otro profesor.

No hago demasiado caso a las siguientes horas de clase. Al fin llega la hora de salida y me dirijo lo más rápido que puedo hasta el edificio de al lado a por mis hermanos.
Los encuentro jugando con un amigo suyo, aunque siempre me olvido de su nombre.
Al verme vienen corriendo hacia mí con una sonrisa en la cara. Imágenes como esta son las que me dan fuerza para salir adelante día a día y no estancarme.
-¿Qué tal el día chicos? -les pregunto, algo entusiasta.
-Tan aburrido como siempre- responde Rory. Sé que en su frase ese <<como siempre>> está fuera de lugar. En realidad, sólo se aburre los días como hoy, después de la cosecha.
-Yo he hecho un dibujo- me dice Vick, con una sonrisa de oreja a oreja en su rostro-. Mira.
Me lo extiende y lo cojo para verlo mejor. Es un dibujo de los cuatro. Mi madre, Posy, Rory, Vick y yo. Todos sonriendo y abrazados.
-Es realmente bonito -le digo-. Pero, perdona, yo no estoy tan gordo y... no llevo falda- le digo con el ceño fruncido, pero con una mueca divertida.

Rory y Vick empiezan a reír y chocan la mano. Estoy patidifuso y la confusión se lee a la perfección en mi rostro. Me miran y se ríen aún más.
-Te teníamos que devolver lo de esta mañana. La próxima vez nos despiertas como es debido, ¿está claro? - me dice Vick intentando aparentar un tono serio, pero la risa se lo impide.
-Os despertaré así todos los días además, creo que tendré que probar a ponerme faldas. Me sientan realmente bien - y hago una pose ridícula intentando parecer atractivo.
Entonces los tres nos miramos y comenzamos a reír a carcajadas. Una señora de unos cincuenta años nos mira con cara de amargada y susurra:
-Desde luego, que pena de juventud.
Sigue andando y Rory le hace una mueca a las espaldas mientras repite su frase imitándola. Se le da realmente bien. Seguimos allí, parados, riendo hasta que me doy cuenta de que no llegamos a tiempo para la comida.
Les miro y salimos corriendo los tres en dirección a casa. Por el camino diviso a Prim a lo lejos y me paro en seco. No me ha visto pero me siento culpable. Yo aquí. Feliz. Con mis hermanos. Y ella añorando a su hermana, que está en el Capitolio y que en pocos días luchará a muerte con otros veintitrés chicos.
Mientras pienso en todo esto ya he llegado a casa.

4 comentarios:

  1. Hola!
    Solo queria decirte qur me ncanta lo que estas haciendo, que me encanta como escribes y qur todos los dias me conecto deseando encontrar otro fantastico capitulo. Asi que anirmarte para que continues ;)

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  2. Buenas!
    Muchas gracias de verdad. Que siento no haber podido subir estos días nuevos capítulos, pero es que he estado super liada y no me ha dado tiempo ni a coger el ordenador :S Pero ya parece que voy a tener más tiempo libre así que o mañana o el lunes sin falta sigo subiendo capítulos :)

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  3. Meroee sube capitulos! Estoy deseando leer el capitulo 7 :D

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  4. He llegado hasta aqui y no puedo parar de leer, me encantan tus capitulos, aunque Gale me da mucha pena, haces ver que Katniss le importaba realmente :)

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